Elegir, soñar, vivir...

Sin darme cuenta creo que he parafraseado a alguien en el título… pero no estoy segura así que no cito la fuente…
Hoy he estado paseando por la ciudad pensando en una cosa, algo profunda, pero de la que no quiero dejar de hablar aquí. En todo caso, este es mi blog, y si aquí no puedo hablar de cosas profundas, ¿Dónde podré hacerlo? En un mundo tan plano a pesar de toda su perfecta y achatada redondez…

Reflexionaba sobre los caminos que tomamos para llegar a las cosas y sobre como a veces los caminos nos toman si querer a nosotros.

Cada día observo a un montón de seres que vagan a mi alrededor o que pertenecen a mi vida o simplemente se topan conmigo en un contexto y que me cuentan, ilusionados, desesperados o pacientes, que “persiguen un sueño”, un sueño artístico, en cualquiera de sus facetas, dejándose la piel en cada intento, en cada esquina y ceda al paso para que otros los adelanten, con la secreta esperanza quizás de que luego ellos harán lo mismo con otros soñadores. Es como una carrera en la que nadie está seguro de cuál es la meta. Consiste simplemente en seguir adelante.

En otra ocasión hablé de la guerra que cada persona tiene para lograr seguir adelante sin mirar a los demás y sin sentir que los demás consiguen más cosas sin merecerlo o sin tener más talento. Pero hoy simplemente quiero hablar de la batalla personal a la que te tienes que enfrentar para decidir en un momento determinado que no quieres tomar el camino fácil, que no quieres levantarte cada mañana, ir a un trabajo rutinario, volver a casa destrozado y poner todas las esperanzas en un cíclico mes de vacaciones bajo el tórrido sol de agosto. En vez de eso, de ese eterno día de la marmota, sin tener muy claro el porqué e incluso el cuándo, tomas la decisión de dedicarte “a lo que te gusta”, con la imagen mental de pasar días increíbles, creando tus maravillosos sueños y plasmándolos en sus variopintos soportes y mostrándole al mundo de lo que eres capaz.

Conozco mucha gente que persigue un sueño concreto. Y cada uno tiene su historia personal.

Conozco unos pocos actores, que van cada día a sus escuelas, toman clases extenuantes de interpretación, muchas veces rozando lo absurdo, reparten panfletos luego de sus propias obras creadas por sus pequeñas compañías y luego, cansados, van a sus trabajos de camareros, recorriendo los findes castings para actuar en cortos de bajo presupuesto de estudiantes de dirección en ciernes. Pasan años sin un duro, sin unas vacaciones, en un cíclico círculo de rutina artística, poniendo las miras en un futuro incierto bajo los cegadores focos.

Conozco también algunos directores de cine. Invierten el dinero que ganan trabajando en las taquillas o de acomodadores en cines en comprarse una cámara, unos focos, una pantalla reflectante, un ordenador bueno para montar el odioso Avid Xpress y un micrófono con pértiga. Buscan guiones más bien rancios sobre relaciones de amor más bien típicas y tópicas (que es peor), ruedan cortos bastante mediocres y los mueven durante un tiempo (casi siempre sin resultado), por innumerables festivales. Vuelven a trabajar al cine para ver de pie, a oscuras, pero sin pagar, las películas de sus grandes ídolos, con la vista puesta en un futuro, en rodajes bajo el cegador sol del desierto o la playa.

También conozco bastantes cantantes. Trabajan en hoteles o de repartidores. Por las tardes estudian canto, van a ensayar a coros o a grabar las voces de acompañamiento de otros cantantes más importantes. Luego vuelven a casa, toman té con miel, claras de huevo y a penas hablan, algunos lloran porque pierden la voz al mínimo resfriado y ven sus sueños cada vez más lejanos. A veces cobran algo por algún trabajo, pero no es lo normal. Siguen ensayando, siguen grabando en su ordenador y aprendiendo grandes clásicos, sin dormir a penas por combinar pasión y trabajo. Sueñan con tener un disco editado y cobrar un caché, más que nada sueñan con “poder vivir de ello”, la mayoría que conozco, ni siquiera piensa en la fama.

Conozco muchos mc’s. Trabajan en fábricas, con horarios desoladores. La mayoría son jóvenes, así que dejan la escuela, van ahorrando lo que cobran y con eso se pagan maquetas que distribuyen gratuitas por internet. Miran cada día cómo van en el top de descargas y algunas veces van de teloneros de los mc’s más conocidos sin cobrar ni un duro. Por las noches escriben letras sobre esas cosas y sobre el rato que pasaron en el parque, pero sobre todo escriben sobre lograr su sueño, que no es ni más ni menos que subirse a un escenario y que abajo, cientos de personas levanten las manos mientras ellos les cuentan sus más secretos pensamientos, saben que el público estará ahí por sus gritos, aun que los focos no les dejen ver sus caras.

También conozco músicos. Estudian durante años cómo dominar sus instrumentos, pasan exámenes infernales en los conservatorios y se pasan la vida presionados por sus profesores y en algunas ocasiones incluso por sus familias, pero sobre todo por ellos mismos. Dan clases en las escuelas para ganar algo de dinero, o tocan en orquestas locales, tienen que ensayar tantas horas que a veces no saben ni pensar sin música. Sueñan, algún día, con ser intérpretes o compositores y con trabajar en salas, dar conciertos, o formar parte de bandas, miran a los demás de su clase, y nunca saben si son los mejores, y saben que para llegar a vivir de ello, tienen que serlo.

Conozco a unos pocos productores de música electrónica. Pasan horas leyendo revistas sobre nuevas tecnologías y sobre avances o nuevos instrumentos electrónicos. Intentan descubrir que se oculta detrás de cada sonido que pasaría inadvertido para el resto de la gente. Intentan innovar y llegar al siguiente nivel, pasan horas encerrados delante de la pantalla, currando a la vez profesores o informáticos, o como técnicos de sonido en salas de conciertos, deseando hacerse un nombre, aunque saben que son la parte más invisible del arte. Pero ponen las miras a poder vivir sus composiciones y salir en los créditos de discos de calidad, aunque saben que el libreto se lo lee poca gente.

Conozco infinidad de escritores y guionistas. Trabajan en revistas o páginas webs, algunas muy malas o muy aburridas. Cobran poco y se pasan noches en vela escribiendo cuentos, novelas o guiones. Muchos a medio terminar. Envían cientos de copias con cientos de plicas a concursos, o no llegan a hacerlo. Mientras escriben cosas que no les gustan, sueñan con casas en la playa con cristaleras y cafés humeantes, ideas brillantes y su nombre en la portada de un libro, aunque sea uno de poca tirada en una invisible editorial. Pero la mayor parte de las veces nadie llama de ningún concurso para dar una buena nueva…

También conozco tres o cuatro modelos. Trabajan de camareras, relaciones públicas o promotoras. Se alimentan muy bien, muy sano, comen poco, hacen ejercicio, van a agotadores castings llenos de chicas igual de guapas y con mucho estilo mirándolas por encima del hombro. Llevan su book, a veces se van a vivir solas a los peores barrios de ciudades extranjeras y pasan meses o años solas, de casting en casting, para ser escogidas una vez cada mucho tiempo. Mientras, malviven como pueden y lloran por las noches, porque un chico les había prometido una portada, y todo era mentira, porque ha engordado un kilo o porque su familia está lejos. Piensa en el futuro, en pasarelas con bonitos vestidos, fotos perfectas y una familia feliz a los treinta. Luego ofrecen queso a un cliente más.

Esto hemos elegido. Esta es nuestra vida. Miramos con recelo la rutina, los agostos bajo el sol y los sueldos de 2500 euros de los funcionarios. Miramos con recelo las hipotecas a 30 años y a la gente sin sueños artísticos. Lo hacemos. Pero sé que le puedo preguntar a cualquier músico que conozco, a cualquier actor o a cualquier pintor, bailarín o modelo. Ninguno, a pesar de todo, dejaría nada de toda la mierda que nadie te cuenta de los sueños, ¿La respuesta? Supongo que la misma que yo: porque no saben hacerlo, porque es mejor todo esto que pensar que podrías haberlo intentado.

1 Response to "Elegir, soñar, vivir..."

  • alex Says:

    mm, ke sensación tan agradable ha recorrido mi cuerpo al terminar de leer este texto, ha sido fascinante, jamás había leido algo tan perfectamente expresado, mi más sincera enhorabuena!!!! ya puestos, apoyo tus palabras con exos, jeje, un abrazo

    www.myspace.com/trunorecords